Según la información disponible, esta enfermedad es el resultado del plegamiento anormal de un prión. Este fenómeno parece ” estimular” que otras proteínas alteren sus formas, afectando así a la capacidad para realizar su función.
Hacia 1920, se describieron algunos casos que se cree quizá fueran de esta enfermedad, aunque otros investigadores opinan que se trataba de otra enfermedad priónica denominada kuru, transmitida entre los nativos de la etnia fore de Nueva Guinea a causa de sus ritos funerarios, donde se daba el canibalismo familiar.
En los años 90, principalmente en Reino Unido, se describieron casos pertenecientes a una nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, pudiendo ser esta la patología humana subsiguiente a la infección del mal de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina (EEB).
Hecho por: Ángela Jimenez & Alba María Navarro
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