¿LA VIDA LLEGÓ A
LA TIERRA EN
UN ASTEROIDE?
Por un lado está la teoría ampliamente aceptada del Big Bang, la Gran Explosión según la cual el universo era originalmente algo extremadamente denso, pequeño y caliente, que en cuestión de décimas de segundo se expandió y se enfrió radicalmente, y aún continúa expandiéndose.
Algo así como una torta de pasas en el horno que crece separando las pasas (o galaxias) unas de otras. Pero hay expertos que proponen un modelo nuevo según el cual el origen no fue una única Gran Explosión, sino mucha. Una continúa cadena de universos que se suceden y repiten unos a otros, pero sin ser réplicas exactas de los anteriores. En cuanto a la edad del universo, las observaciones recientes sugieren que tienen entre 13,5 y 14 mil millones de años.
Para los astrobiólogos que estudian la posibilidad de vida en otros mundos, los viajes interplanetarios no tienen por qué ser el privilegio de cometas, polvo cósmico o sondas espaciales con o sin gente dentro. Todas estas formas de vida diminutas podrían haber rebotado entre un planeta u otro, llevadas de aquí para allá por la brutal meteorología cósmica. La vida en la Tierra podría perfectamente provenir de Marte… o viceversa. O quizás de la luna Europa, o por qué no, de Titán. O tal vez de la espora con la chispa de la vida provino del otro lado de la nube de asteroides Oort. Ésta es la teoría de Panspermia.
Algo así como una torta de pasas en el horno que crece separando las pasas (o galaxias) unas de otras. Pero hay expertos que proponen un modelo nuevo según el cual el origen no fue una única Gran Explosión, sino mucha. Una continúa cadena de universos que se suceden y repiten unos a otros, pero sin ser réplicas exactas de los anteriores. En cuanto a la edad del universo, las observaciones recientes sugieren que tienen entre 13,5 y 14 mil millones de años.
Para los astrobiólogos que estudian la posibilidad de vida en otros mundos, los viajes interplanetarios no tienen por qué ser el privilegio de cometas, polvo cósmico o sondas espaciales con o sin gente dentro. Todas estas formas de vida diminutas podrían haber rebotado entre un planeta u otro, llevadas de aquí para allá por la brutal meteorología cósmica. La vida en la Tierra podría perfectamente provenir de Marte… o viceversa. O quizás de la luna Europa, o por qué no, de Titán. O tal vez de la espora con la chispa de la vida provino del otro lado de la nube de asteroides Oort. Ésta es la teoría de Panspermia.
Realizado por: Mª Victoria y Judit (4º A)
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