lunes, 30 de abril de 2012

El tabaco como droga

El contacto con el hábito de fumar se produce en la infancia. Es especialmente importante el hecho de que los padres del niño fumen, un fenómeno que el niño intentará imitar más adelante como símbolo de adultez. En torno a un 70% de los hijos de fumadores son también fumadores. En cambio, en las parejas no fumadoras, sólo un 10% de los hijos son fumadores. El tabaco posee todas las características de las drogas. Es particularmente manifiesta la dependencia física, generada básicamente por la nicotina: sus efectos sobre el sistema nervioso central se mantienen durante pocos unos pocos minutos, de manera que el individuo necesita fumar con mucha frecuencia. De esta dependencia física derivan la tolerancia, que hace que se requieran dosis cada vez más importantes, y el síndrome de abstinencia, que se manifiesta entre otras cosas, por irritabilidad y ansiedad. También es notable la dependencia física, que suele expresarse en la asociación de muchas situaciones con el hecho de fumar: a relajarse, al tener que concentrarse, al dar un paseo, después de comer, etc. En muchos, el fumador necesita fumar prácticamente en todas las circunstancias.
  
Fuente: Gran Enciclopedia Planeta
Por: David Moya Hinojosa

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